Después de que los peces salieran nadando, el pescador
Le dijo que si no prometía dejar de ser glotón, muy pronto los peces comenzarían a salir en grandes cantidades y sin aviso alguno. El monje acepto y dejo de ser glotón. Pero un mes después, volvió a comer en forma desenfrenada lo cual todos quedaron muy decepcionados ya que cada vez que el monje comía de esta maneara dejaba a los otros sin alimentos.
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